La piel tiene muchas clases de receptores para captar las sensaciones del tacto, la presión, texturas, calor o frió, dolor y el movimiento del vello que lo recubre. Aunque no solemos pararnos a pensar en el papel que juega el tacto en nuestras vidas, lo cierto es que el sistema táctil es el más amplio y el que cumple una función más trascendental en el comportamiento humano, tanto físico como mental.
Los impulsos táctiles se reparten prácticamente por todos los rincones del cerebro. Además, el táctil es el primer sistema sensorial que se desarrolla en el seno materno y que es capaz de funcionar eficientemente cuando los sistemas visual y auditivo están empezando a desarrollarse. Por estas razones, el papel del tacto es fundamental en la organización neuronal global. Sin la suficiente estimulación táctil del cuerpo el sistema nervioso tiende a «perder equilibrio».
¿Qué es?
Es un tipo de aflicción con una respuesta variable o hipersensible al tacto. Una persona con Hipersensibilidad al Tacto o Defensividad Táctil parece reaccionar de manera exagerada ante sensaciones que la mayoría de la gente ni siquiera notaria, o que al menos no le molestaría.
Algunos indicadores comunes de defensividad táctil incluyen
- Sensibilidad a ciertos tipos de ropas o telas.
- Preferencia o aversión por ciertos alimentos que parece estar relacionada, sobre todo, a la textura del alimento (por ejemplo, evitar de alimentos blandos y cremosos o irritación en respuesta a alimentos crujientes o grumosos).
- Evitar de andar descalzo en ciertas superficies como hierba o arena.
- Una resistencia mayor que la normal a que le cepillen los dientes, lo peinen o le laven la cara.
- Una tendencia de preferir tocar antes de ser tocado, especialmente de manera inesperada.
En adultos la sensación de malestar frecuente en este sistema sensorial puede hacer que una persona presente fuertes reacciones emocionales.
En los niños que tienen esta afección son a menudo descritos como irritables, introvertidos, llorones, enfadados, etc.
La Terapia Ocupacional tiene como objetivo normalizar la manera en que el sistema nervioso registra e interpreta la información táctil y desarrollar estrategias eficaces para hacerle frente y entender y vivir con una sensibilidad más adaptada.
Recomendaciones
Estas son algunas cosas que puedes hacer para intentar ayudar a tu niño o a otros miembros de tu familia que parecen tender Defensividad Táctil:
- El tacto ligero, como las cosquillas, es normalmente el más irritante. Cuando toques a tu niño intenta usar una presión constante y firme, en lugar de tacto ligero.
- La presión firme y constante tiende a calmar la irritación táctil. Esa es la razón por la que espontáneamente nos frotamos cuando algo nos duele y como posiblemente surgieron los abrazos.
- Un masaje firme, presión (por ejemplo, envolver los brazos y las piernas en un material elástico como un vendaje) o hacer un «sandwich» con el niño entre cojines puede ser útil.
- Pon atención al tipo de ropa, materiales de juego, o situaciones sociales (por ejemplo, caminar en un centro comercial lleno de gente) que parecen despertar reacciones negativas en tu niño. Hasta que el problema disminuya, trata de evitar esas situaciones (por ejemplo, permite que tu niño use ropa de algodón puro si eso es lo que prefiere).
- Evita luchas de poder sobre este tema a menos que se trate de un problema de seguridad o algún asunto vital. Es fácil pensar que el niño con Defensividad Táctil está tratando de manipularte para hacer tu vida más difícil. Créele cuando te dice que algo le duele. Es muy probable que así sea.
Actividades de Juegos Táctiles
- Pruebe las siguientes ideas para realizar la estimulación táctil. Si su hijo o estudiante no toca materiales con sus manos o dedos, no lo obligue. Intente que lo haga con una cuchara, tenedor, o trate de que use guantes de goma o de otro tipo para comenzar.
- Llene recipientes grandes con frijoles secos o arroz, aliente el juego en el recipiente con las manos y los pies, use tazas y latas de café para vaciar, agite con cucharas grandes, juegue con embudos y otros juguetes de cocina.
- Esconda juguetes pequeños y haga que los busque, o que encaje en su lugar juegos didácticos, de acuerdo a la edad del bebe o niño.
- Presente cuidadosamente diversas texturas para explorar y jugar; masa para jugar (plastilina), cerámica granulada, etc. Haga que el niño se las retire.
- Use diversas texturas de paños de lavar, esponjas juguetes para agua, duchas de mano, pistolas de agua. Riegue las plantas con una botella rociadora. Lave y enjuague las mesas o pisos, juguetes con esponjas y una cubeta de agua. Juegue con temperaturas frías y calientes. Ayude a lavar los platos en agua caliente y enjuáguelos en agua fría.
- Tenga a mano paños suaves y agua listos para poder limpiar. Use los paños para limpiarse las manos con frecuencia según lo necesite. Si el tocar la espuma de baño o pintar con los dedos provoca demasiada tensión, ponga una pequeña cantidad en una bolsa con cierre hermético y sostenga y apriete la bolsa. Comience a jugar con texturas secas si los materiales húmedos que manchan causan demasiada tensión.