¿Qué es?
Los músculos isquiotibiales, se encuentran en la cara posterior del muslo y lo conforman el semitendinoso, semimembranoso y la cabeza larga del músculo bíceps femoral; que nos ayuda a flexionar la rodilla al caminar, correr y otras actividades que requieren dicho movimiento.
Puede diagnosticarse por medio de imágenes como la Resonancia Magnética.
Grados de Lesión
Según la gravedad de la lesión:
- Grado 1: Daños leves de las fibras musculares (leve distensión).
- Grado 2: Rotura parcial de las fibras musculares (desgarro parcial de uno o más de los músculos isquiotibiales).
- Grado 3: Rotura total de las fibras musculares (desgarro total de uno o más de los músculos isquiotibiales).
¿Qué síntomas presenta?
Los síntomas más frecuentes según el Grado de Lesión:
Grado 1:
- Leve dolor al mover la pierna.
- Levemente sensible a la palpación.
- Ligera o nula limitación de la movilidad de la articulación de la rodilla.
- Camina con normalidad o ligera dificultad por el dolor.
Grado 2:
- Dolor moderado en cara posterior del muslo, generalmente al extender la rodilla.
- Dolor a la palpación.
- Moderada inflamación.
- Hematoma más profundo en la cara posterior del muslo.
- Pérdida parcial de la fuerza muscular del miembro inferior afectado.
- Moderada limitación de la movilidad de la articulación de la rodilla.
- Camina con dificultad y cojea.
Grado 3:
- El dolor lo presenta en todo momento (en reposo y actividad).
- Hematoma considerable en la cara posterior del muslo.
- Pérdida considerable de la fuerza muscular de Miembros Inferiores a predominio del lado afectado.
- Disminución considerable de la movilidad de la articulación de la rodilla.
- Camina con muletas.
¿Por qué se produce?
Puede ser por:
- Por realizar mal los ejercicios de estiramiento.
- Por estiramiento de la fibra muscular más allá de su longitud normal.
- Un calentamiento breve o nulo.
- No deja pasar suficiente tiempo de recuperación entre una y otra sesión de entrenamiento.
- Cambiar de manera repentina y brusca al correr.
- Debilidad muscular.
- Un golpe fuerte en la cara posterior del muslo.
- Al resbalarse.
En deportes:
Puede ser causado en deportes como patinaje, atletismo, fútbol, básquet, también en los movimientos explosivos y saltos.
¿Cómo prevenirlo?
- Usar un buen calzado para la actividad que practique.
- Realizar ejercicios de estiramiento y calentamiento antes de sus actividades deportivas.
- Comenzar cualquier actividad física de forma gradual y no sobre exigir el cuerpo.
- Realizar un adecuado tratamiento de Terapia Física y Rehabilitación para poder retomar sus actividades.
- Evitar en lo posible hacer deportes sólo una vez por semana, debido a que el sedentarismo aumenta la probabilidad de lesiones.
Es muy importante que se diagnostique el desgarro muscular a tiempo para evitar retracción muscular.
Autora: Lic. Carmen Paredes
Terapeuta Físico