Si entendemos por Medicina Deportiva a aquella especialidad que selecciona, orienta, vigila y trata a los deportistas o a las personas que desean iniciar algún deporte, nos encontraremos con algo mucho más complejo y multidisciplinario que una especialidad concreta y bien delimitada, que podríamos llamar CIENCIAS DEL DEPORTE que abarca desde la biomecánica del entrenamiento, la fisiología del deportista y del esfuerzo físico, hasta las lesiones musculo esqueléticas que puedan producirse y que serán tributarias de tratamiento de REHABILITACIÓN en un 85% de los casos (terapia física, hidroterapia, electroterapia, laserterapia, ejercicios de fortalecimiento, indicación de Ortesis, etc.) y un 15% requerirían reparación quirúrgica por TRAUMATOLOGÍA.
En general podemos encontrarnos con una serie de lesiones deportivas que pueden ser de tipo muscular, tendinoso, óseo y articular.
En los gimnastas las lesiones de rodillas, hombros y columna lumbar continúan siendo las más frecuentes y se producen principalmente por ejercicios aeróbicos con step (que en algunos países ya están proscritos), la prensa de cuádriceps con peso y flexión extrema, baile con giros forzados en una musculatura no acondicionada, exceso de flexiones y rotaciones en practicantes de aeróbicos y de baile, en sentadillas con exceso de peso y en hombros y codos al levantar pesos excesivos. Las principales causas de lesiones en los gimnasios son: la imprudencia del principiante, con desconocimiento de las técnicas, el continuar con la actividad física habiendo sobrepasado el «umbral de la fatiga», la ejecución de ejercicios sin previo calentamiento y una inadecuada hidratación.
Es de gran importancia realizar una evaluación médica previa al inicio del deporte para valorar en primer lugar el objetivo que se persigue (lo que llevará a una adecuada prescripción del ejercicio) y evaluar el riesgo de lesiones.
Esta evaluación se recomienda si se es mayor de 35 años y si el nivel de ejercicio será elevado, pues el 80% de los casos de muerte súbita se asocia con un problema de ateroesclerosis, donde el corazón puede desarrollar un ritmo irregular, la presión sanguínea puede aumentar hasta niveles peligrosos y puede desprenderse la placa de una arteria parcialmente obstruida e impedir el flujo sanguíneo.
La evaluación CARDIOLÓGICA permitiría detectar a tiempo algún padecimiento, con lo que se podría establecer y recomendar en forma oportuna el tipo y la intensidad del ejercicio a ejecutar.
Esta recomendación debe tenerse en cuenta especialmente en las edades extremas de la vida, en los niños por la presencia de cartílago de crecimiento fácilmente lesionable y en los adultos mayores por la comorbilidad existente que los predispone a eventos adversos.
Tenemos que diferenciar entre la actividad física y el ejercicio, pues la primera la conseguimos moviéndonos o subiendo escaleras; en cambio el ejercicio está encaminado a moldear músculos y ejercitar el corazón. Con el ejercicio hay que ser mucho más cuidadoso al iniciarlo, sobre todo si se tiene años sin practicarlo y se debe empezar progresivamente. Según la American Sport Association realizar 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada al día, continuo o fraccionado (sumativo) reporta beneficios sobre la salud; sin embargo es importante recalcar que la actividad física debe dosificarse de acuerdo al impacto que sobre algún órgano o sistema corporal se quiera conseguir; así tenemos que para lograr efectos cardiovasculares se prescriben ejercicios e intensidades diferentes que para lograr otros objetivos tales como fortalecimiento muscular o prevención del cáncer.
En realidad, no hay ningún pretexto para no hacer ejercicio: el deporte no causa daño, sólo hay que tener las precauciones necesarias para practicarlo de forma segura y vigilada, en los casos que así lo requieran.
Causas de las lesiones deportivas
Podemos clasificarlas de la siguiente manera:
- Degenerativa: Edad, microtraumatismos.
- Mecánica: Postura, obesidad, sobreentretenimiento o sobresolicitación.
- Muscular: Hipotonía muscular, sobreesfuerzo, contractura muscular.
- Metabólica: Osteoporosis.
- Post- traumática: Desgarro, fracturas.
- Circunstanciales: Condiciones del terreno, vestimenta, calzado, técnica del ejercicio, periodicidad, precalentamiento y preenfriamiento.
En los corredores las lesiones más frecuentes se ubican en las rodillas, la región lumbar y los pies.
Tips
- Las personas que corren regularmente incluidas las que presentan importantes factores de riesgo de sufrir una afección cardíaca, tienen menos probabilidades de sufrir un infarto a largo plazo que si no lo hicieran.
- El ejercicio es inofensivo, pero cuando se es mayor de 35 años y se elige el deporte inadecuado, se lleva a cabo intensamente y/o existe una afección cardíaca puede producir más daños que beneficios. Pasar del sedentarismo al ejercicio sin realizarse chequeos médicos o realizando ejercicios vigorosos produciría mayores lesiones musculo esqueléticas y complicaciones cardíacas en la población general.